Desde el momento en que esta encantadora familia reservó su reportaje de embarazo, me propuse encontrarles un lugar único para su sesión de fotos. Como vivían lejos de las ubicaciones habituales, decidí investigar y descubrí esta playa con una roca imponente en el centro. Fue como descubrir un paraíso escondido en Cataluña. Hicimos la sesión de fotos de embarazo en Girona.
La tarde de las fotos de embarazo fue mágica. Quería que la pequeña se sintiera cómoda y relajada frente a la cámara, así que planifiqué algunos juegos divertidos para ayudarla a superar su timidez inicial. No todos los niños están dispuestos a ponerse delante de la cámara de inmediato, pero con paciencia y empatía, logré capturar su dulce sonrisa de manera natural.
Para mí, cada sesión fotográfica es una oportunidad para conectarme con mis clientes y crear recuerdos que perdurarán para siempre. Me siento agradecida de poder interpretar las necesidades de cada familia y capturar momentos auténticos y sinceros. ¡Esta sesión de fotos de embarazo en la playa será recordada como una tarde llena de risas, amor y belleza natural!
